UPEL denuncia tomas de sus terrenos en Caracas y Táchira
El Consejo de la Universidad Pedagógica Experimental Libertador (UPEL) hizo pública una denuncia de “tomas violentas” en algunos espacios de sus sedes del Instituto Pedagógico de Caracas, ubicado en El Paraíso y del Instituto Pedagógico Rural Gervasio Rubio, en el municipio Junín del estado Táchira. El comunicado suscrito por las autoridades académicas, da cuenta de que personas inescrupulosas han penetrado en los terrenos de ambas dependencias irrespetando la propiedad del Estado venezolano.
“El Consejo Universitario de la Universidad Pedagógica Experimental Libertador exige a las autoridades que tienen la obligación de velar por el resguardo de los bienes de la nación, acciones inmediatas que sancionen a quienes se sintieron con libertad de apropiarse indebidamente de nuestras sedes. Igualmente, exige la asignación de presupuesto para resguardo, reparación y mantenimiento de la estructura física de nuestros institutos”, dice el documento suscrito por el rector, Raúl Edecio López Sayago y la secretaria, Nilva Liuval Moreno de Tovar.
En el caso del Instituto Pedagógico de Caracas, unas personas supuestamente apoyadas por un directivo del club de la Guardia Nacional que está colindante al IPC y alegando contar con la autorización del Ministerio de Finanzas, deforestaron un terreno cercano a la cancha de fútbol de la universidad.
En un día deforestaron hectárea y media del Pedagógico de Rubio
La directora decana del Instituto Pedagógico Rural Gervasio Rubio, María Trinidad García, hizo las denuncias ante el Ministerio Público, la Guardia Nacional y la Policía del estado de deforestación de aproximadamente hectárea y media de los terrenos de la Ciudad Universitaria, ubicada en la aldea Vega de la Pipa, una zona rural cercana a la ciudad de Rubio. En ese espacio hay 17 aulas con capacidad para 30 alumnos cada una. La tala de árboles se hizo a unos 500 metros de la obra edificada de la ciudad universitaria y se trata de una zona boscosa considerada área de protección. Como responsables del hecho se señalan a los propietarios de una hacienda de café cercana a la sede de la universidad.
En el Instituto Pedagógico Rural Gervasio Rubio (IPRGR), creado hace 67 años, se imparten clases en para formar educadores en nueve especialidades. En 2003, la Alcaldía del municipio Junín donó un terreno al IPRGR, cuya sede principal está en Rubio, capital de la localidad, para que se extendiera el ámbito de la Universidad hacia el área rural. Las autoridades académicas han logrado desarrollar parte del proyecto de la Ciudad Universitaria como la puesta en funcionamiento de las aulas y oficinas administrativas en la aldea Vega de la Pipa.
La ciudad universitaria tiene 92 hectáreas de extensión y además de las aulas que desde hace más de 10 años son utilizadas por profesores y estudiantes, hay un proyecto de ampliación para el desarrollo de actividades pedagógicas, agrícolas, deportivas, turísticas y la creación de un museo.
“Es un bien público que se declaró Patrimonio Histórico y Cultural del municipio en 2009. Consignamos todos los documentos probatorios de la propiedad de la universidad en el Ministerio Público en San Cristóbal como el acuerdo de la Cámara Municipal de 2003 y la autorización de administración de recursos naturales otorgada por el anterior Ministerio del Ambiente, hoy Ministerio de Ecosocialismo y Aguas. La Oficina de Planificación para el Sector Universitario nos ha aprobado proyectos para esos espacios y si bien la crisis y la pandemia nos han trastocado el funcionamiento, la universidad está activa aun con el recorte presupuestario, que para nosotros ha sido muy grave”, dijo al Observatorio de Universidades la doctora García.
El corte de árboles fue llevado a cabo en un día con camiones, tractores y unos 30 hombres que abrieron un largo camino. Los trabajos se paralizaron cuando la profesora García hizo el reclamo ante las autoridades. “Acudimos al sitio cuando nos informaron que estaban talando unos árboles a unos 500 metros de las aulas, lo hicieron para abrir una vía, es una hectárea y media, aproximadamente, de la ciudad universitaria. Dicen tener permiso de la Alcaldía de Junín, pero allí no hay información al respecto, estamos a la espera de que el alcalde Ángel Márquez nos aclare si él tiene alguna responsabilidad en este hecho”, explicó la directora decana del IPRGR.
La profesora García dijo que los hombres se llevaron la madera de los árboles derribados, por lo que también denunció ante la Guardia Nacional y la policía regional el hecho. “No tocaron la planta física de la ciudad universitaria, pero deforestaron sin permiso. Acá nos conocemos todos, no hay invasión pero intentaron acomodar el terreno para provecho particular, ya que se trata una zona cafetalera del estado Táchira. No creo que el alcalde les haya dado permiso. Si alguien corta un árbol va detenido, eso no se puede hacer sin autorización. Allí cerca está la quebrada Lucatevas, hay flora, fauna, se trata de un daño ecológico y deben responder por ello”, afirmó la autoridad académica.