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¿Qué están haciendo las universidades de Lara para afrontar la pandemia?

¿Qué están haciendo las universidades de Lara para afrontar la pandemia?

El Observatorio de Universidades (OBU) ha hecho seguimiento al impacto de la pandemia del coronavirus en las instituciones universitarias del estado Lara, desde que el 13 de marzo pasado el Ejecutivo nacional decretara la suspensión de todas las actividades presenciales en las universidades venezolanas.

Las autoridades de las casas de estudio a nivel superior en la entidad cerraron las instituciones para cumplir con la cuarentena establecida oficialmente, lo cual, al no implantarse de manera gradual y consensuada con las respectivas autoridades, ha traído como consecuencia que los procesos académico administrativos que se venían realizando fueran interrumpidos abruptamente.

En estas condiciones, la imposibilidad de acudir a los espacios universitarios tuvo consecuencias inmediatas. Una de ellas, es la interrupción de los procesos formativos presenciales de alumnos y profesores, y la asistencia a las aulas e instalaciones universitarias que, por lo demás, ya están afectadas por la prolongada crisis que vive el país.

Asistencia a universidades en constante disminución

Como lo evidencian los datos recabados en ENOBU, la serie de encuestas realizadas por el OBU sobre las condiciones de vida de la población universitaria en los años 2018 y 2019, la asistencia de estudiantes a los centros académicos ya venía disminuyendo de manera alarmante, producto de la falta de medios de transporte, suspensión del servicio de comedor, la inseguridad y las limitaciones en los servicios de Internet.

La irrupción de la pandemia toma a nuestras universidades, especialmente las instituciones oficiales, sin servicios internos de seguridad en medio de una larga crisis presupuestaria. Al respecto, durante los meses de cuarentena #MonitorOBU ha registrado 139 hechos delictivos (entre robos y hurtos) en las universidades públicas de Venezuela.

De igual forma, este mismo grupo de universidades tiene grandes dificultades por el rezago tecnológico que se evidencia en la inexistencia o débil funcionamiento de las plataformas tecnológicas necesarias para migrar a una educación virtual en lo inmediato.

Situación agravada por la pandemia

Le ha tocado a las autoridades, -en muchos casos con consejos universitarios incompletos debido al problema de la renovación electoral de autoridades suspendida por el Tribunal Supremo de Justicia-, enfrentar una situación inédita, con comunidades académicas dispersas y una planta profesoral disminuida por la migración al exterior o por renuncia a sus cargos ante la precariedad salarial.

Frente a esta situación, el OBU solicitó a un grupo de autoridades universitarias del estado Lara responder una serie de preguntas con el fin de evaluar las condiciones en las que se encuentran sus instituciones en tiempos de pandemia. El interés se centra tanto en el aspecto académico y administrativo, como en las condiciones de vida de alumnos, profesores, personal administrativo y de servicios, en cuanto a su salud física y psicológica.

La pandemia agrava la situación porque ha generado temores en la población ante la falta de información confiable y, en el sector universitario, por el alto grado de vulnerabilidad en que se encuentra por la caída de sus ingresos y el desmantelamiento de los servicios de salud y protección social. Todo este panorama crítico está sustentado en evidencias cuantitativas, resultado de las encuestas llevadas a cabo en 2018 y 2019.

En este primer balance de seguimiento, el OBU ha recabado información de las universidades Experimental Antonio José de Sucre (UNEXPO), Fermín Toro (UFT), Yacambú (UNY), Pedagógica Experimental Libertador-Instituto Pedagógico de Barquisimeto (UPEL-IPB) y el Instituto Universitario Jesús Obrero (IUJO). Las respuestas se recibieron entre abril y mayo de 2020.

Las instituciones han pasado por un lapso inicial de aprendizaje frente al impacto de las medidas de extensión de la cuarentena, que en algunos casos han significado la imposibilidad de asistir a las instalaciones tanto de las mismas autoridades como de un personal mínimo para labores administrativas fundamentales y para la supervisión del estado en que se encuentra la infraestructura.

La desinstitucionalización del sistema universitario y sus consecuencias en el contexto de la pandemia

La falta de atención de las autoridades gubernamentales nacionales y regionales ha puesto a las universidades en un estado de aislamiento prácticamente absoluto, impidiendo labores mínimas de funcionamiento que necesariamente deben estar protegidas y supervisadas por los órganos responsables de enfrentar la pandemia, como el Ministerio del Poder Popular para la Educación Universitaria (MPPEU), que no ha asumido su responsabilidad rectora frente a la emergencia en los términos que amerita la situación.

En el rastreo de medios digitales que lleva el Observatorio de Universidades por medio de #MonitorOBU, se obtuvo que en junio no se realizó ninguna publicación en las redes sociales y  sitio web creados por el MPPEU para informar sobre los avances del “Plan Universidad en Casa” anunciado por el ministro César Trómpiz para enfrentar la pandemia.

Curiosamente, 45 % de las informaciones de las redes sociales del MPPEU se destinaron a la conmemoración de efemérides. La pertinencia del trabajo del órgano rector de la educación universitaria en Venezuela queda en entredicho en este análisis sobre los contenidos comunicados en sus redes y sitio web. El MPPEU incumple con su deber de coordinar y ejecutar políticas adecuadas que garanticen el derecho a la educación de calidad para todos.

De esta manera, el primer impacto que se aprecia es la falta de coordinación en el sector de manera conjunta y consensuada con las universidades. Cada institución ha tenido que enfrentar de manera individual el resguardo de sus edificaciones y la protección del personal mínimo necesario para garantizar el funcionamiento administrativo y darle continuidad académica a la formación de sus alumnos. Entre marzo, abril y mayo, según #MonitorOBU, 54 % de los comunicados de las universidades públicas en Venezuela fueron pronunciamientos en rechazo a los hechos delictivos en sus instituciones.

La sobrevivencia de la minoría y la condena de la mayoría en el sector universitario

Las instituciones consultadas se trazaron desde el principio de la pandemia el objetivo de garantizar la continuidad académica, tratando por diversos medios de no afectar los procesos formativos de los estudiantes. La UNEXPO, según la información suministrada por la doctora Fraisa Codecido, vicerrectora académica, las características de su institución formadora de ingenieros en estrecha conexión con el sector productivo nacional, la tarea que han tenido que resolver ha sido cerrar de manera ordenada y progresiva todos los procesos académicos correspondientes al periodo 2019 para abrir, -en medio de las condiciones actuales-, un nuevo periodo académico.

Esta labor involucra la atención de cerca de 7 mil estudiantes en todo el país para garantizar su prosecución académica, lo cual se realiza desde la sede rectoral de Barquisimeto. Paralelamente, en lo estrictamente curricular, la UNEXPO está trabajando en la migración de cursos y asignaturas para ser ofrecidos en entornos virtuales, lo que ha significado redoblar esfuerzos con el personal docente para transformar los programas presenciales en la enseñanza online. Todo ello, en condiciones tecnológicas limitadas relacionadas con el servicio de internet, además de la situación de empobrecimiento que han sufrido alumnos y profesores como la ausencia de equipos telefónicos y de computación actualizados.

En síntesis, aun con limitaciones técnicas, la UNEXPO está trabajando con sus profesores y alumnos en la preparación de las condiciones que permitan los cambios de un modelo de enseñanza presencial a la administración de asignaturas en línea, además de la adecuación de estos entornos virtuales para la realización de pasantías.

Para ello, la UNEXPO avanza en el desarrollo de dos plataformas tecnológicas: VIRTUAL-UNEXPO, utilizada en los estudios doctorales, y que ahora se va ampliar a otros servicios y espacios de aprendizaje; y la plataforma ZOOM, en proceso de contratación.

UCLA también toma medidas ante la pandemia

La UCLA comenzó desde la declaración de alarma por la pandemia un proceso de acoplamiento institucional a las nuevas condiciones que exigen las medidas preventivas. Para ello se creó una serie de lineamientos y protocolos que guiarán las acciones conducentes al cambio de modalidad presencial. Con el fin de lograr este cometido, se realizaron diagnósticos sobre las condiciones reales de cada decanato identificando las capacidades con las que cuenta cada programa para migrar hacia la educación virtual.

En paralelo, algunos programas de formación de pregrado culminan vía online los períodos académicos que estaban por terminar antes de la declaración del estado de alarma. De igual forma, la Dirección de Educación a Distancia prestó sus servicios a través de los entornos virtuales de aprendizaje. No obstante, y a causa de las severas dificultades tecnológicas que atraviesa la UCLA, el 26 de mayo dejó de prestar este servicio producto por los cortes eléctricos y las fallas generadas en la planta de energía eléctrica usada como respaldo en la “granja de servidores” de la plataforma.

La UCLA también creó un comité anticovid-19, conformado por especialistas de la salud de la Universidad, que han difundido mediante las redes sociales de la institución un conjunto de campañas de sensibilización y educación sobre el tema. Este mismo comité creó una guía de prevención COVID-19, con medidas que deberán ser cumplidas y adaptadas a la realidad de cada decanato y otras dependencias de la institución, lo que permitirá estar preparados para el  momento en que sean llamadas las universidades a reiniciar actividades presenciales en la nueva normalidad.

Pedadógico paralizó actividades de pregrado

Por su parte, la UPEL-IPB culminó los cursos de admisión de ingreso de los estudiantes de postgrado que se abrirán próximamente, tanto de maestrías como de doctorados. Asimismo permitió a los estudiantes de posgrado activos culminar el periodo académico que cursaban al momento de iniciada la suspensión de clases presenciales. En cuanto al pregrado, las actividades de formación están paralizadas debido a las dificultades materiales de esta población para llevar a cabo el inicio de un período académico en la modalidad virtual.

En relación con las universidades privadas, el rector de la UNY, doctor Juan Pedro Pereira Medina, informó que la universidad ha podido enfrentar los efectos de la extensión de la cuarentena y la consecuente interrupción de la asistencia a su recinto de alumnos y profesores, gracias a la existencia, desde 2013, de la modalidad de aprendizaje apoyada en entornos virtuales.

Moodle, la gran protagonista de la UNY

Este sistema opera las 24 horas del día, los 365 días del año, facilitando la solución de problemas de atención de estudiantes y usuarios. La UNY ha invertido tiempo y recursos en su plataforma Moodle, que le ha permitido ofertar asignaturas a distancia y darle continuidad a las actividades académicas y administrativas a través de EDUNY, lo cual le ha permitido culminar el lapso 2020-1 y mantenerse activa.

Por su parte la UFT, según el vicerrector académico, doctor Pedro Briceño Cabrera, también ha podido enfrentar el impacto de la suspensión de actividades presenciales en sus sedes de Cabudare y Barquisimeto gracias a la plataforma tecnológica que desde hace tiempo viene soportando las actividades de pre y posgrado. Esta infraestructura tecnológica y la experiencia acumulada en su utilización desde hace años le ha permitido a la universidad garantizar la continuidad académica de sus programas de formación.

En estos momentos las autoridades universitarias, además de proteger sus edificaciones y equipos, y atender los compromisos con su personal académico, administrativo y de servicios, han estado centradas en actualizar a sus docentes en el manejo de las herramientas pedagógicas en entornos virtuales, donde la UFT ya tiene una significativa experiencia.

Universidades lidian con constantes robos

El OBU ha hecho seguimiento a las denuncias de robos y hurtos sistemáticos que afectan a las universidades públicas con las consecuentes pérdidas materiales que será muy difícil reponer, ya que se trata de costosos equipos de laboratorio, como los de Agronomía e Ingeniería Civil de la UCLA, institución donde ha habido, inclusive, acciones de ocupación ilegal de sus terrenos e instalaciones.

En general, la crisis de la infraestructura universitaria se expresa en 21 % de las denuncias registradas en junio por #MonitorOBU en las instituciones públicas en Venezuela.

Frente a esta situación, el director decano de la UPEL, doctor Nelson Silva, solicitó públicamente la presencia de los cuerpos de seguridad del Estado en el recinto de esta universidad, expresando su preocupación por la falta de vigilancia de las instalaciones que son propiedad pública y por tanto, deben contar con resguardo policial permanente ante la falta de seguridad privada.

En este escenario, los resultados de los primeros cuatro meses de estado de alarma han mostrado la inequidad en la prosecución académica entre quienes forman parte de las universidades públicas y las universidades privadas. Situación que en materia de conectividad, los resultados de la ENOBU 2018 y 2019 ya anunciaban como realidad para emprender un proceso de migración hacia la educación virtual.

El acompañamiento humano-integral

El IUJO, tal como le señala su directora, la profesora Herlinda Gamboa, ha buscado compensar las vicisitudes para el desarrollo de las actividades académicas con una labor orientada a crear espacios de acompañamiento psicológico y espiritual – no necesariamente religioso- de alumnos, profesores, personal administrativo y de servicios, que viven en la situación de crisis que los afecta física y espiritualmente.

Como señala Gamboa, el propósito es que cada miembro de la comunidad universitaria del IUJO sienta que no está solo, que está siendo acompañado, y que solo juntos se puede enfrentar cualquier adversidad y amenaza como la actual.

La integración universitaria como desafío para enfrentar la crisis

En cuanto a la necesidad de integrar esfuerzos, es evidente que esta es una opción que debe explorarse a la brevedad. Se trata de diversas instituciones universitarias que cuentan con fortalezas y que tienen problemas comunes. Unidas de manera coordinada, podrían enfrentar los desafíos de la crisis material y de la pandemia con mayores posibilidades de éxito.

En ese sentido, el rector de la Universidad Yacambú recuerda que en el pasado existió la Red Centroccidental de Extensión Universitaria (RedCEU) que vinculaba a universidades públicas y privadas de los estados Lara, Yaracuy, Portuguesa, Falcón, Barinas y Apure para actividades de extensión, experiencia que podría reactivarse en función de dar respuestas a la sociedad, para lo cual, la UNY está a la orden.

La UFT pone a disposición para una eventual red de integración universitaria regional su servicio de televisión como un medio de comunicación para la educación a distancia. Eso se podría complementar con el ofrecimiento que en este sentido ha hecho el Instituto Universitario Jesús Obrero de Barquisimeto de poner a disposición la Radio Fe y Alegría, la cual tiene amplia cobertura regional.

Ambos medios de comunicación tradicionales permitirían complementar el uso de las redes sociales y de los servicios de internet para hacer más efectiva y accesible la educación a distancia. Este parece ser el mayor desafío que en términos académicos va a enfrentar la universidad regional en el futuro inmediato, ya que esta modalidad de enseñanza deja de ser una opción a escoger para transformarse en la ruta más expedita para darle continuidad académica y administrativa a la vida universitaria.

Además, la educación a distancia se complementaría con formas de teletrabajo para el personal administrativo y la coordinación de acciones de las mismas autoridades universitarias.

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