La agenda de octubre del movimiento estudiantil venezolano estuvo signada por la protesta contra la designación de la ministra de Educación Universitaria, Tibisay Lucena, y de la visita nocturna del mandatario Nicolás Maduro a la Universidad Central de Venezuela (UCV).

También hubo pronunciamientos en los que se exigen mejoras a las condiciones de la infraestructura y a los sistemas de seguridad, ya que persisten los robos y hurtos.

En las afueras de la sede del Ministerio de Educación Universitaria en La Hoyada, Caracas, grupos de estudiantes de varias universidades protestaron la designación de Lucena.

«El movimiento estudiantil no reconoce a Tibisay Lucena como ministra, rechazamos que sea impuesta para que se siga destruyendo a las universidades venezolanas y también repudia la presencia de Maduro en la UCV, el régimen que ha desasistido a las casas de estudio del país, no ha asignado recursos durante años, es el que pretende violentar la autonomía universitaria» dijo Luis Palacios, presidente adjunto de la Federación de Centros Universitarios de la UCV (FCU-UCV).

Terry Villanueva, presidente del Centro de Estudiantes de la Universidad Alejandro de Humboldt, denunció que el gobierno de Maduro sigue en su empeño de imponer un “pensamiento único” en las instituciones de educación superior del país.

Luego de que la noche del jueves 21 de octubre se produjera la visita de Nicolás Maduro, los estudiantes calificaron como una violación a la autonomía universitaria la incursión del mandatario, su esposa Cilia Flores y la comisión que le acompañó a recorrer los pasillos de la UCV y la sede de la escuela de Derecho, donde se grabó un video en el que aparece sentado en unos pupitres.

Allí, Maduro comparó a la universidad con el retén de Catia, una cárcel del oeste de Caracas que fue destruida hace décadas. En su cuenta de Twitter, la FCU-UCV, dijo que el Gobierno se presentó en horas nocturnas porque no es capaz de dar la cara a la comunidad académica.

Pronunciamientos en el interior del país

Un grupo de estudiantes protestaron en la entrada del rectorado de la Universidad de Los Andes (ULA) en Mérida, contra la designación de Tibisay Lucena y de la reducción progresiva del presupuesto para las universidades venezolanas.

Lesly Sánchez, líder del Movimiento Estudiantil Liberación 23, aseguró que Tibisay Lucena -quien fuera presidenta del Consejo Nacional Electoral (CNE) y también está sancionada por varios países del mundo por su papel en este organismo- no está calificada para el cargo de ministra y que por el contrario, su nombramiento responde a intereses ajenos a la academia. Los alumnos escribieron en el pavimento mensajes alusivos a su rechazo a las políticas del Gobierno.

Marlon Díaz, presidente de la Federación de Centros de Estudiantes de la Universidad de Carabobo, objetó la visita a la UCV que realizó Nicolás Maduro en compañía de Jaqueline Faría, de quien dijo sería la “protectora” de la institución.

En la ciudad de Valencia, Díaz y sus compañeros fijaron posición ante la intención del oficialismo de politizar a la universidad y señaló que la asfixia presupuestaria y la progresiva reducción de salarios del personal docente y de los trabajadores, así como de las providencias estudiantiles, han constituido “un daño moral, humano y académico”.

El representante estudiantil reveló que hay una deserción de docentes y alumnos de 70 %, una realidad que no se puede maquillar con las obras que lleva adelante el Gobierno en la UCV. Díaz también afirmó que la designación de Tibisay Lucena responde al plan de dar continuidad al “sometimiento” que empezó hace años en contra de las instituciones de educación superior en Venezuela.

Otro tanto hicieron los dirigentes estudiantiles de la Universidad de Oriente (UDO), en el núcleo Nueva Esparta, que también fijaron posición en contra del nombramiento de Tibisay Lucena como ministra. “Ella fue un instrumento de daño para el país, ante todas sus irregularidades presentes durante 14 años como presidenta del CNE. Cargo que solo le valió para atornillar a un régimen que hoy día representan la destrucción y atraso para Venezuela”, dijo Francisco Marcano, coordinador general de Viva la Udone.

Persiste el daño de la infraestructura en las universidades

El presidente del Centro de Estudiantes del núcleo Cagua de la UCV, Omar Marroquí, manifestó su preocupación por las condiciones en que se encuentra la sede de la universidad, que han empeorado durante la pandemia.

«En reiteradas oportunidades denunciamos la situación y nunca obtuvimos una respuesta por parte de las autoridades universitarias. A pesar de nuestra insistencia poco a poco nos tocó ver como la infraestructura se deterioraba, como los amigos de lo ajeno fueron desvalijando los salones, laboratorios, cancha deportiva, se llevaron los cables, lámparas, bombillos, nos dejaron en la calle«, aseveró.

En la ULA, Angélica Ángel, coordinadora de la Federación de Estudiantes Universitarios por los Derechos Humanos, dijo que la universidad está funcionando solo con 5 % de su presupuesto para el mantenimiento y que hay un déficit de 80 % del personal de vigilancia.

Ángel señaló que en el núcleo Pedro Rincón Gutiérrez del estado Táchira hay indigentes que duermen en sus espacios y que recientemente se produjo un incendio debido a que los ocupantes cocinan en leña en el lugar.

Ornela Gómez, presidenta de la Federación de Centros de Estudiantes de la ULA, dijo que el comedor quedó totalmente desmantelado. También lamentó que se hayan perdido las providencias de transporte y servicio médico que en otros años tenían los universitarios venezolanos.

En Oriente hay más precariedad

En el estado Bolívar, los estudiantes de la Universidad de Oriente (UDO), exigieron a la ministra Tibisay Lucena que se apersone en las instituciones de educación superior del país para que constate la realidad de las condiciones en que se encuentran.

También pidieron que se trate con dignidad a los profesores, cuyos salarios son desde hace años muy vergonzosos y que se revisen los presupuestos.

Franklin Rodríguez, presidente del Movimiento Unidad Estudiantil, reveló que aún no se ha vacunado contra la COVID-19 a todos los docentes y alumnos, que no hay pupitres en las aulas y que el patrimonio edificado de las universidades está severamente deteriorado.

En la Universidad Nacional Experimental de Guayana (UNEG), profesores y estudiantes denunciaron una vez más que las condiciones en que se encuentra la institución no son aptas para el retorno a clases. La alumna Gabriela Ferreira dijo que la sede de Villa Atlántico es la más afectada, ha habido robos de aires acondicionados y computadoras. En Villa Asia no hay servicio de agua ni de electricidad, dijo Ferreira.

El presidente de la Asociación de Profesores de la UNEG, Raúl Brito, dijo al Diario de Guayana que la institución no “está preparada” para el reinicio de actividades presenciales.

En el núcleo Monagas de la UDO, los dirigentes estudiantiles Javier Cisneros y Alejandro Marcano dijeron al portal El Pitazo que los profesores deben hacer mucho esfuerzo para cumplir con sus estudiantes. Con respecto a las clases a través de plataformas como WhatsApp, consideran que es insuficiente como recurso para el aprendizaje.

“Se valora, pero es una práctica poco adecuada para aquellas materias en las que obligatoriamente se necesita asistir a un salón de clases para ver la explicación del docente”, dijo Cisneros. Los líderes también lamentaron los constantes ataques del hampa en los espacios de la universidad en Maturín y que se están haciendo jornadas de limpieza en las instalaciones, pero que esperan el apoyo de los gobiernos nacional y regional.

En la sede de San Félix del núcleo Bolívar de la UDO volvieron a incursionar delincuentes a principios de octubre. Con este hecho se habían registrado para la fecha seis hurtos en lo que iba de año, afirmó Franklin Rodríguez. El dirigente del Movimiento Unidad Estudiantil dijo que luego del robo de los transformadores se quedaron sin energía eléctrica 32 aulas. Recordó que aún no hay respuestas de las autoridades nacionales y regionales para atender los problemas de inseguridad e infraestructura.

Por otra parte, en la Universidad Simón Bolívar (USB), donde recientemente el Consejo Nacional de Universidades impuso a las autoridades tras la muerte del rector Enrique Planchart, los estudiantes exigen que se realicen elecciones internas como lo establece la Ley de Universidades y el Reglamento de la USB.