A pesar de las condiciones en las que se encuentran las universidades públicas venezolanas y quienes en ellas prestan servicios, los estudiantes se organizan para dar respuestas a sus necesidades.

Ante la falta de apoyo financiero del Gobierno, un grupo de alumnos de computación de la Universidad Central de Venezuela (UCV) diseñó un sitio web para el proyecto Aula Magna 300, orientado a la recaudación de 300 mil dólares para el rescate del Aula Magna.

Este recinto, que forma parte del patrimonio de la humanidad de la Unesco, se quedó sin iluminación luego de que se deteriorara el sistema de fusibles durante una baja de electricidad. Parte del proyecto Aula Magna 300 incluye la dotación de 500 bombillos LED para el techo de este auditorio, obra del arquitecto Carlos Raúl Villanueva.

En la misma UCV, los estudiantes han llevado adelante jornadas de limpieza, ya que varios puntos de la Ciudad Universitaria han sido ocupados por indigentes que aprovechan la soledad de los espacios debido a la pandemia y a la falta de seguridad.

Fuera de Caracas también aplican la autogestión estudiantil

En Lara, los estudiantes también buscan soluciones autogestadas ante la pérdida de las providencias con las que contaban en años anteriores (comedor, transporte y becas). Un grupo de alumnos repararon por sí mismos algunas unidades de transporte de la Universidad Centroccidental Lisandro Alvarado (UCLA). Según José Monasterios, miembro de la Federación de Centros Universitarios, con donaciones y colectas lograron hacer el mantenimiento de los autobuses para trasladar a estudiantes y trabajadores en la ruta Barquisimeto-Cabudare.

En esta misma entidad, los estudiantes de la Universidad Nacional Experimental Politécnica Antonio José de Sucre, sede Barquisimeto, gestionaron la fumigación de las áreas de Estudios Básicos, Electrónica, Química y sitio de reunión del Consejo Directivo.

En Maracaibo, estado Zulia, 400 estudiantes de medicina de la Universidad del Zulia (LUZ), integrantes de las promociones de 2019 y 2021 (están a la espera de sus títulos), recaudaron 2 mil dólares para reacondicionar el sistema eléctrico de la oficina de División Docente en el llamado Rectorado Viejo, donde se resguardan los expedientes de los alumnos de pre y posgrado. Los cables fueron robados y eso impedía el funcionamiento de las computadoras y la iluminación del lugar.

Al igual que en la UCV, los mismos alumnos llevan adelante jornadas de limpieza en LUZ.

Otro tema importante de la agenda mediática ha sido el rechazo a la persecución de los líderes estudiantiles, de la sociedad civil y de organizaciones no gubernamentales. Héctor Pinto, secretario de propaganda de la Federación de Centros Universitarios de la UCV, denunció que en el estado Zulia la presidenta de la FCU ha sido hostigada por funcionarios del gobierno regional, por lo que ha tenido que ocultarse.

Igualmente, Pinto pidió la libertad de los miembros de la ONG defensora de derechos humanos FundaREDES, que están presos luego de los sucesos del estado Apure relacionados con supuestos enfrentamientos entre grupos irregulares de las FARC y el ejército venezolano.